Las personas que abusan de la tecnología parecen tener problemas que se relacionan con esto como: el sentimiento de soledad, problemas para concentrarse, problemas familiares, etc.
Para evitar eso se debe trabajar en los factores de protección mediante estrategias y recursos que los jóvenes adquieren para manejar su propia vida de forma adecuada. Aquellos jóvenes que presentan dificultades en cuanto al uso de las TIC’s necesitan ser acompañados en su organización personal, reflexionar sobre las necesidades reales y las creadas, fomentar la creatividad y aprender a valorar las cosas en su justa medida.
Otras medidas de prevención son realizar actividades al aire libre con nuestra familia, amigos o mascotas, practicar algún deporte, encontrar algún hobby; todo esto con la finalidad de no permanecer en un estado de sedentarismo frente a una computadora o cualquier dispositivo tecnológico que no nos trae ningún beneficio (obviamente cuando se hace un mal uso).
Es muy importante recalcar los riesgos que conlleva el inadecuado uso de la tecnología y se debe promover el buen uso y todos los aspectos positivos que las TIC’s nos brindan.
No se debe estigmatizar la utilización de la tecnología, al contrario, se debe buscar el balance de su uso.
A veces los padres recurren al uso de las tecnologías por conveniencia: Porque quieren que los niños estén entretenidos mientras terminar de hacer la cena o hablar por teléfono, en reuniones familiares o sociales, etc.
Este uso erróneo provoca que las TIC's pierdan su poder como refuerzo positivo ante acciones o conductas positivas que pretendamos reforzar, y termine siendo "moneda de cambio" y con el tiempo se puedan volver en contra de los propios padres.
Para no caer en estos errores, es necesario tener en cuenta estos 5 consejos:
1. Los padres deben ser un modelo de uso responsable:
Para dar ejemplo es necesario que los padres también dejen o rebajen considerablemente el uso de las TIC. Hay que establecer límites el tiempo y usarlo para otras actividades.
2. Designar un "tiempo" para conectar con él:
Dependiendo del caso, el niño puede haber comenzado la adicción por tener ansiedad social. Así que una de las nuevas reglas es diferenciar cuándo se le permite y cuándo no se le permite el uso de estos dispositivos. Se deberá sustituir por un poco de tiempo para compartir con ellos.
3. Explorar alternativas junto a él:
Permítele que cree una lista de las cosas que le gusta hacer. Esta no puede incluir nada de tecnología. Aplicad las ideas durante el "tiempo designado para conectar con él" cada vez que sea posible.
4. Hacer la transición poco a poco:
Alguien que es adicto a las TIC's necesitará desconectarse progresivamente. Si se le elimina bruscamente, alimentaremos la ansiedad infantil en vez de mejorarla. Si tiene problemas de rendimiento y aprendizaje como consecuencia, no se le debe desafiar con actividades muy difíciles ni muy fáciles, porque se empeorará el estado de ánimo.
5. Buscar ayuda profesional si es necesaria:
Si la situación se ha vuelto incontrolable, no hay buena comunicación paterno-filial y la ansiedad es muy alta, lo mejor es buscar un profesional en psicología infantil que ayude a averiguar cuál es la raíz del problema y cómo se puede resolver.